La corrupción, en España, a menos que medien inidentificadas -todavía- bandas gansteriles que marcan el territorio como los depredadores, rara vez se ciñe a un territorio limitado. Suele localizarse en auténticas redes que se extienden a lo largo y ancho de las zonas que gobierna y "okupa" el partido de la oposición. Hubo un paréntesis o impasse tras los procesos contra el banquero impostor, Mario Conde, el tal Roldán, el de la Rosa y un largo etcétera. Parecía que habíamos entrado en aguas mansas. Pero era, porque la basura estaba retenida por la incuria de jueces que archivaban las denuncias. Pero años después y gracias a uno que pasará a la historia de la intrepidez, se reanudó la marcha de la barredora itinerante en la misma Marbella. Desde allí fue viendo su señoría que había que pasarla por toda la costa andaluza, por Murcia, por Valencia, por Madrid... ¿Acabará desvelando su audaz señoría, como en otro tiempo a otro juez de postín le intrigaba la X de su organigrama delictivo del GAL, que las claves de la corrupción generalizada de hoy están encriptadas, por ejemplo, en la FAES, como todo el mundo sabe que las de la trama americana están entre las Universidades de Yale y Georgetown?
Efectivamente, el espíritu corrupto se caracteriza por que no se pone a sí mismo límites, ni barreras ni fronteras. Y también, porque la inmensa mayoría de los que se dedican a este tráfico inmundo tiene carnet o es fan de una conocida militancia en la que ondea la bandera de la barra del dinero y tres hermosas estrellas: soborno, comisión y chanchullo.
La barredora de su señoría prosigue su marcha. Ya incluso ha empezado a recoger a constructores, a arquitectos y a ediles de ayuntamientos de la Comunidad de Madrid que están aliados a la sociedad franquista Promociones del Suroeste, de la que es presidente Francisco Franco Martínez Bordiú, nieto del dictador, y Carmen Franco Polo, su mismísima hija, la principal accionista. Franco retumba. Franco no ha muerto: sigue vivo con apariencia societaria, y tiene connivencia con el constructor San Román que viene "operando" desde hace años en la zona Suroeste de Madrid. Ahora éste está en la cárcel. Pero veremos cómo en cambio se libran de ella los ilustrísimos parientes...
Pero tire, siga tirando del hilo su señoría y podrá presenciar toda España hasta dónde llegan las ramificaciones de la hidra en un país que viene zarandeando desde sus principios a la democracia como a una triste ramera de la que tantos señoritingos letrados e iletrados, sólo aptos para la trampa, son sus irreductibles proxenetas.
La corrupción, es decir, el cohecho -soborno y compraventa de voluntades-, las maniobras para recalificar terrenos protegidos y construir luego sobre ellos, la prevaricación -resoluciones y dictámenes injustos a sabiendas de que son injustos-, el dinero sin dejar rastro comprometedor, la ingeniería financiera -operaciones falseadas, simuladas-, la imbricación en cadena de sociedades propietarias unas de las otras para solaparlas entre sí, dificultando o impidiendo la localización de los responsables... son los rasgos de toda corrupción político-económica en un país donde el engaño, la mentira, la desmesura, la estafa, la maledicencia y hasta el crimen desorganizado son pasto suculento para los depredadores que no acaban de desaparecer nunca en las sociedades primitivaes. Predadores infinitamente más dañinos que los de éstas, pues las sociedades primitivas respetan a la Naturaleza por encima de todo, mientras que los de esa calaña no piensan en otra cosa que cargársela...
Tire, siga tirando del hilo del jersey su señoría. Seguro que de una vez será posible acabar deshaciendo el jersey entero. Sólo así podrá renacer de sus puercas cenizas, una España limpia y con cada Comunidad-Estado en su sitio...
Efectivamente, el espíritu corrupto se caracteriza por que no se pone a sí mismo límites, ni barreras ni fronteras. Y también, porque la inmensa mayoría de los que se dedican a este tráfico inmundo tiene carnet o es fan de una conocida militancia en la que ondea la bandera de la barra del dinero y tres hermosas estrellas: soborno, comisión y chanchullo.
La barredora de su señoría prosigue su marcha. Ya incluso ha empezado a recoger a constructores, a arquitectos y a ediles de ayuntamientos de la Comunidad de Madrid que están aliados a la sociedad franquista Promociones del Suroeste, de la que es presidente Francisco Franco Martínez Bordiú, nieto del dictador, y Carmen Franco Polo, su mismísima hija, la principal accionista. Franco retumba. Franco no ha muerto: sigue vivo con apariencia societaria, y tiene connivencia con el constructor San Román que viene "operando" desde hace años en la zona Suroeste de Madrid. Ahora éste está en la cárcel. Pero veremos cómo en cambio se libran de ella los ilustrísimos parientes...
Pero tire, siga tirando del hilo su señoría y podrá presenciar toda España hasta dónde llegan las ramificaciones de la hidra en un país que viene zarandeando desde sus principios a la democracia como a una triste ramera de la que tantos señoritingos letrados e iletrados, sólo aptos para la trampa, son sus irreductibles proxenetas.
La corrupción, es decir, el cohecho -soborno y compraventa de voluntades-, las maniobras para recalificar terrenos protegidos y construir luego sobre ellos, la prevaricación -resoluciones y dictámenes injustos a sabiendas de que son injustos-, el dinero sin dejar rastro comprometedor, la ingeniería financiera -operaciones falseadas, simuladas-, la imbricación en cadena de sociedades propietarias unas de las otras para solaparlas entre sí, dificultando o impidiendo la localización de los responsables... son los rasgos de toda corrupción político-económica en un país donde el engaño, la mentira, la desmesura, la estafa, la maledicencia y hasta el crimen desorganizado son pasto suculento para los depredadores que no acaban de desaparecer nunca en las sociedades primitivaes. Predadores infinitamente más dañinos que los de éstas, pues las sociedades primitivas respetan a la Naturaleza por encima de todo, mientras que los de esa calaña no piensan en otra cosa que cargársela...
Tire, siga tirando del hilo del jersey su señoría. Seguro que de una vez será posible acabar deshaciendo el jersey entero. Sólo así podrá renacer de sus puercas cenizas, una España limpia y con cada Comunidad-Estado en su sitio...
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