07 marzo 2006

Impromptus intelecto-sensitivos


IMPROMPTUS INTELECTO-SENSITIVOS

1 En Política se es conservador, cuando se está conforme con lo establecido... excepto con que la justicia sea igual para to­dos.

2 La sensibilidad más valiosa es la que concurriendo con la za­fiedad no la ataca, sino que se reafirma con discreción.

3 A solas, a menos que sea la Natural, no se vive una reli­gión; a solas se vive una filosofía.

4 El talento que descubre al genio tiene tanto valor como el genio mismo.

5 Inspiración es... lo que no tendrá nunca la máquina.

6 La vida, en sí misma, es injusta y a menudo apunta a que carece de sentido; la sociedad es arbitraria y la Natura­leza im­previ­si­ble y cruel. Sólo el Arte sitúa todo en su dimen­sión verda­dera. Sólo el Arte es verdad.

7 Para apreciar el valor de las decisiones políticas importan­tes hay que intentar adivinar cómo las enjuiciarán dentro de quince o veinte años las próximas generaciones.

8 ¡De qué me sirve ser el más cuerdo de los mortales, si na­die me lo va a reconocer!

9 La religión resuelve, a su manera, los problemas que la filo­sofía se plantea. Por eso el filósofo seguirá toda su vida rebus­cando la ver­dad aun a sabiendas de que a través de la filosofía nunca llegará a en­con­trarla.

10 Un hombre cabal lucirá su ta­lento y habilidad, pero no hará nada para ocultar sus debilidades.

11 La filosofía más sugestiva y completa es la que acepta, sin resis­tencia, cualquier otro pensar coherente.

12 La vanidad es la soberbia del necio.

13 Cuando hablamos de moral en el sentido ético, siempre pensamos en la mo­ral en tiempo de paz. Para la guerra es preciso tener preparada otra moral preparada... si no quere­mos caer de los primeros.

14 Amo al hombre. Odio al pueblo. Pero para que el hom­bre pueda llegar a ser verdaderamente feliz es preciso que antes lo sea el pueblo.

15 La religión es un vehículo cómodo en el que podemos subirnos y dejarnos trans­portar por él. Pero lo que dota a una existencia de plenitud es abandonarlo para seguir el ca­mino a pie.

16 Por eso me aparté de la religión: para proteger mi reli­gio­sidad.

17 Desde el momento en que el pensamiento y la razón se movilizan, se está abandonando todo dogma­tismo, todo catoli­cismo, todo fascismo.

18 Lo importante es conseguir una individuali­dad vigorosa; luego, ponerla al servicio de los demás.

19 Se empieza exigiendo mucho a nuestros hijos; espe­ra­mos luego grandes cosas de su talento, pero terminamos confor­mándonos con que no sean desgraciados.

20 Ningún credo tiene derecho a secuestrar la noción de Dios... exista o no.

21 El Arte concilia las contradicciones y plasma, dándoles una justificación sin razonarlo, los sucesos de la vida natu­ral; estructura su orden y disposición aportándonos una emoción intuitivamente fascinante. Sólo el Arte da sentido a la vida y al acontecer humano.

22 ¡Cuántos no estaríamos dispuestos a renunciar absoluta­mente a nuestra libertad con tal de que todo el mundo coma! Luego, ya trataría­mos de recobrarla...

23 Cuanto más contradictoria y absurda parece la vida, más sentido tiene: el de luchar precisamente contra el ab­surdo y la contradicción cuya percepción es lo que con más tenacidad pre­tende ne­garle su sentido.

24 Amo tanto mi libertad, que me niego a abusar de ella.

25 Me propuse un día no ser nada. Por fin lo he conse­guido.

26 Pocas cosas hay tan inquietantes como la soberbia aliada al saber a medias.

27 La verdadera superioridad intelectual consiste no en el ni­vel de inteligencia (difícil de medir y definir), sino en la vo­luntad de lucidez.

28 En la civilización occidental todo planteamiento dialéc­tico debe tener buen cuidado de respetar el mercado libre y el cris­tia­nismo institucional. Todo otro análisis, todo debate deberán ventilarse con esgrima de salón; sólo nos está permitido atacar a la realidad común con la punta del flo­rete embolada.

29 Es natural que el temperamento desoiga a la razón Y es deseable –y en esto consiste en parte la cultura- que la razón someta al temperamento. Pero es insensato que la razón apruebe al temperamento si éste la contradice.

30 No basta en sociedad tener razón. Se nos exige, ade­más, que la presentemos con decoro y buenas formas... para al final no hacer­nos caso.

31 No se puede ser romántico sin devorarse uno a sí mismo; ni racionalista sin caer en el error. No se puede ser idealista sin olvidar el equilibrio que hay en el entorno, ni dogmático sin prescindir de la razón. No se puede ser escéptico sin abre­viarnos la vida... a me­nos que la adornemos de ilusiones.
La vida del hombre responsable puede y debe comprender sucesivamente todas esas formas de ser y de pensar. Sólo así el hombre puede ser capaz de comprender al hombre y a la Historia. Sólo así es como se puede llegar cerca de la divi­ni­dad.
Esta es la ventaja del hombre de hoy sobre el hombre del pasado: que desde su atalaya puede otear al mismo tiempo al hombre de mañana y del ayer.

32 Entre los goces, el de reir ocupa un lugar preeminente; llo­rar ante la belleza es el primero.

33 ¿Es preciso creer en algo sólo para evitar la incomodidad de la duda? Pues la solución está en dudar con entusiasmo.

34 Es importante saber ganar mucho dinero, pero más aún lo es saber vivir prescindiendo de él.

35 El porvenir del hombre es la tristeza.

36 Si la vida es la interrupción de lo eterno, la muerte será el perfecto estado.

37 La libertad incluye la elección de lo peor.

38 Sólo tiene derecho al privilegio el noble de espíritu, pues es el único que nunca recurrirá a él.

39 Cuando se me da a menudo la razón, em­piezo a sospe­char que no la tengo.

40 Quién sabe si cuando todo el mundo piense como yo, no trataré de pensar como piensa el hombre de la ca­lle...

41 A menudo se nos comprende mejor por lo que callamos que por lo que decimos.

42 Siento un especial arrobamiento hacia los seres huma­nos que derrumbaron las barreras del pensamiento domi­nante, mientras los otros, los petulantes, los estrábicos y miopes de la mente, y los que sienten espanto ante el vacío, se afanan en reforzarlas con avalanchas de retórica.

43 La institución del matrimonio corrompió el concubinato.

44 Las personas que piden guardar secreto sobre cosas triviales suelen ser las mismas que difunden las graves.

45 Somos sabios en cuanto adquirimos plena conciencia de nuestra estúpida jactancia y peligrosa ignorancia.

46 La mentalidad separa más que el idioma, pero a veces la distancia puede ser la que separa al hombre de la bestia.

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