“Sólo” la planificación podría enderezar el rumbo del mundo. Sólo la planificación económica del “tanto disponemos y tal población tenemos”, hace libres a hombres y mujeres.
Mientras no sea así, todo esto que viven los países occidentales es un ingenio para el expolio de otros ciudadanos del mismo territorio o que habitan a miles de kilómetros de distancia; en realidad, una orgía de mentiras crueles, de engaños, de espejuelos y de una distribución forzada y forzosa de las riquezas de cada país a costa de los débiles.
Para que no digan a tontas y a locas los amantes del documentalismo y los contradictores de turno... partamos de cifras, estadísticas, datos al fin; pues si no es así, en estos tiempos en que poco hay que no sea materia, las abstracciones están cada vez más fuera de nuestro alcance inteligible...
Veamos:
1. Según el Banco Mundial, aproximadamente la mitad de la humanidad vive con menos de dos euros al día. (Moisés Naím-2005)
Mientras no sea así, todo esto que viven los países occidentales es un ingenio para el expolio de otros ciudadanos del mismo territorio o que habitan a miles de kilómetros de distancia; en realidad, una orgía de mentiras crueles, de engaños, de espejuelos y de una distribución forzada y forzosa de las riquezas de cada país a costa de los débiles.
Para que no digan a tontas y a locas los amantes del documentalismo y los contradictores de turno... partamos de cifras, estadísticas, datos al fin; pues si no es así, en estos tiempos en que poco hay que no sea materia, las abstracciones están cada vez más fuera de nuestro alcance inteligible...
Veamos:
1. Según el Banco Mundial, aproximadamente la mitad de la humanidad vive con menos de dos euros al día. (Moisés Naím-2005)
2. Las 356 personas más ricas del mundo disfrutan de una riqueza colectiva que excede a la renta anual del 40% de la humanidad. Mientras hablamos con entusiasmo de la globalización, del comercio electrónico y de la revolución de las telecomunicaciones, el 60% de las personas del mundo no ha hecho nunca una sola llamada telefónica y una tercera parte de la humanidad no tiene electricidad. En esta nueva era, en la que hay más y más conexiones económicas globales, cerca de 1.000 millones de personas permanecen sin empleo o subempleadas, 850 millones de personas están desnutridas y cientos de millones de personas carecen de agua potable adecuada, o de combustible suficiente para calentar sus hogares. La mitad de la población del mundo está completamente excluida de la economía formal, obligada a trabajar en la economía extraoficial del trueque y la subsistencia. Otros consiguen llegar a fin de mes en el mercado negro o con el crimen organizado. (Jeremy Rifkin-2001)
3. Un total de 674 millones de niños, alrededor de un tercio de los que nacidos en países en vías de desarrollo, viven en condiciones de absoluta pobreza, según el estudio Child Poverty in the Developing World.(2003)
4. Afirmar que sólo puede combatirse la pobreza mediante la creación de riqueza es una contraverdad siempre utilizada como legitimación última de todos los comportamientos de quienes la producen: los ricos, personas y países. (Vidal-Beneyto-2002)
5. Si pudiésemos reducir la población mundial a una aldea de solo 100 personas manteniendo las proporciones de todos los pueblos existentes en el mundo, se presentaría la siguiente situación: 6 poseerían el 59 % de las riquezas y las 6 serían norteamericanas; 80 vivirían en viviendas no habitables; 70 serían analfabetas; 50 sufrirían de malnutrición; el 54% de la población mundial que vive con menos de dos dólares al día y el 22% cuyos recursos inferiores a un dólar diario la sitúan por debajo del nivel de la pobreza absoluta.
6. Una de las argucias dialécticas del pensamiento único consiste en explicar que para distribuir la riqueza antes es necesario crecer. Pero ocurre que en la mayor parte de las ocasiones por muy bien que vaya la economía nunca llega el momento de la redistribución. (Joaquín Estefanía)
7. En España aproximadamente un 20% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, marcado en el 50% de la renta media nacional. Consejo Económico y Social (CES)-2001
8. Unos 160.000 menores madrileños, un 14% del total, viven en la pobreza, según el estudio Menores en guetos de infravivienda. Edis de investigación sociológica para el defensor del menor-2001
9. España queda en las estadísticas a la cola en generosidad con los más pobres.
¡A qué seguir!...
El "progreso" no es cosa de los más inteligentes. Ni siquiera de los más audaces. Es de los inquietos, de los desaprensivos, y a menudo también de los arrepentidos, de los renegados y de los ociosos hartos de ocio. Hace mucho más daño la ociosidad, causa más o menos remota de la perversión, que la maldad a secas. La prueba es que los descubrimientos inesperados y los inventos de científicos, de brujos o de boticarios, de profesionales o aficionados, pacienzudos, -los "inteligentes"- son utilizados inmediatamente por otros -los listos- para obtener provecho en principio sólo personal y casi siempre para fines muy diferentes de las aplicaciones que la intención del inventor y el propio descubrimiento sugieren... La idea primigenia es colosal. Pero su aplicación ya no tanto. Luego ocurre que si hace "fortuna", los países se empeñan en ella aunque no sea extensible o sólo útil para unos cuantos, y si no hace “fortuna”, aunque sea provechosa para muchos o para el género humano, se abandona. El mercado es así. Ese es el libre mercado abandonado a su suerte en la que medra no el inteligente ni el que se gana el pan a base de sudor, sino el listo eterno...
Con la política -en el reverso de la materialidad del artefacto- sucede lo mismo. El "invento" es la Revolución, y los inventores de ésta, los Enciclopedistas franceses. Napoleón, el “técnico”, se propone extenderla bajo la excusa de llevar a todas partes el espíritu revolucionario, y de él la libertad sobre todo (como hoy Bush), a lo largo y ancho de Europa, tras incontables campañas con centenares de miles o millones de muertes y de sufrimiento. Antes, el "descubridor" fue Colón, Colom o Colombo. Tras él, los "técnicos" abren camino a los genocidios en las Nuevas Tierras. Nobel descubre la pólvora, Oppenheimer fusiona el átomo con esperanzas grandiosas puestas en ambos descubrimientos. Inmediatamente llegaron a ellos los listos, y ya sabemos para qué sirven ambos inventos...
Decía al principio que sólo la planificación económica, sin libertad de mercado, nos hace libres. No sólo porque es lo más racional no dejar al albur del mercado la suerte de cada ser humano, sino porque los motivos de endeudamiento de las naciones están invertidos también con la racionalidad en la mano. Las naciones del Tercer Mundo endeudadas con las del Primero son en realidad, sin los artificios de la contabilidad, sus acreedoras. Todo el ingenio de los países occidentales más "ricos" consiste en lo siguiente: siendo por defecto muy pobres en materias primas, primero mantienen el artilugio primitivo del Mercado y luego se adueñan de ellas apoyados por sus ejércitos. Así es que su único mérito, que en el siglo XXI es un demérito, es que sus abundantes listos (los zánganos de la colmena) no tienen màs que limitarse a cosechar cerebros inteligentes (científicos y técnicos) que las transforman. Ademàs esto lo idean y sostienen sólo los países punteros, porque otros que forman parte del método contribuyen sólo a reforzarlo.En esta simple ecuación estriba todo el bombo y todo el autobombo occidental... ¿Esto es inteligencia? ¿No será más bien zoología pura de zorras y carniceros?
También hablaba de que hoy las atrocidades cometidas para expandir la democracia pretenden justificarse en la libertad que, dicen, lleva aparejada; como antaño la Revolución y antes la evangelización pretendían justificar las suyas por la expansión de su tríptico la primera y la del reino de Dios la segunda. Hoy se habla (incluso lo hacen gentes de presunta buena fe, como Joseph S. Nye), de "salvar políticamente" a ese país asiático que hubo de sufrir a un tirano durante más de quince años. Se habla de "salvar" a otras naciones de las garras de quien sea, simplemente porque los presidentes norteamericanos, desde Roosvelt hasta George W. Bush, como el Napoleón que termina coronado por sí mismo emperador, se propusieron la penetración fálica del invento de la democracia moderna del barón de Montequieu, en países que tienen petróleo y mediante millones de asesinatos. Bien. Pero todo para descubrir al final del proceso, los que vivimos en democracia a la americana, que la libertad ciudadana va a parar a manos de la dictadura de los medios, de las mafias de toda la calaña, del crimen más o menos organizado y de grupos financieros mundiales y nacionales que son los que verdaderamente nos gobiernan. ¿Podemos considerar que es la "inteligencia" humana la promotora del "progreso" que, en el caso de tener que celebrarlo, sólo alcanza a un tercio de la humanidad y es además suficiente para destruir, como lo está haciendo, la biosfera?
Inteligencia y listeza, seres inteligentes y espabilados. Esta es la dicotomía en la que la humanidad se desenvuelve desde que inventó el fuego y la yesca, la azada, el arado, el tractor y la cosechadora.
En todo caso, hablemos de inteligencias benefactoras y de listezas por definición anodinas o destructoras. Pero me niego a tener al "ser humano" por "inteligente" de un plumazo, sin más. Por "inteligente" no tengo, jamás, al "ser humano" que gobierna el mundo. Lo gobiernan mutantes, lo gobiernan los necios, los ambiciosos, los charlatanes y los sumisos a otros que gobiernan más lejos. En cualquier caso, la diferencia entre el ave que vuela por sí misma y el humano que lo hace con prótesis, es que el ave no se jacta, mientras que el humano, víctima de su jactancia, es capaz de inmolar a la mayor parte de los miembros de su propia sociedad...
Es probable que el lector vea en estas afirmaciones una distorsión de la realidad. Pero eso es porque todos estamos sumidos en el embeleco de unos valores materiales e incorpóreos asociados al progreso, que nos nublan el entendimiento virginal. No podemos concebir fácilmente otra cosa diferente de la que tenemos delante, a nuestra vista y preferentemente tangible. Todo lo que no sea eso exige imaginación que sólo aplicamos a duras penas ya a la literatura decadente, y a raudales a la ficción desbordada de argumentos espaciales.
Nos es imposible idear otro mundo sin móviles, sin coches, sin videojuegos, sin lavadoras, sin aviones, sin trenes, sin televisión. Para calibrar hasta qué punto el occidental vive aprisionado no ya por la disponibilidad de agua potable a manos llenas o por el climatizador, sino por la red hipnóptica que la tecnología le ha tendido, no tenemos más que pensar en qué sería -será- de cada individuo occidental si de repente se viera privado de todo o de "algo" de todo eso que sostiene a la civilización occidental y que llamamos "progreso".Y lo cierto es que sucederá por falta de energía en el momento "oportuno"...
Pero si hablamos de las libertades políticas y formales que parecen constituir el núcleo del Bien máximo moral, debe tenerse en cuenta que cuando no es porque el individuo no puede "hablar de lo suyo" porque es miembro de las fuerzas de seguridad, es porque pertenece a una cadena de empresas; y cuando no, es porque es militante de un partido; y cuando no, porque es miembro de una religión; y cuando no, porque quien controla verdaderamente el pueblo donde vive es otro distinto de quien lo aparenta; y cuando no, porque si lleva su caso al juez, éste es de esta o aquella ideología; y cuando no... Por cierto ¿a qué obedece si no en este último caso el instituto jurídico del "secreto de sumario" relacionado con la asimetría en el trato y beneficios del progreso tanto material como moral y político, sino para proteger con mayores garantías a la clase dominante?
Si medimos el cuanto de libertad que la tela de araña nos reporta, veremos enseguida que se reduce a nuestra estricta intimidad y a engordar la ilusión de que la disfrutamos porque "podemos" hacer ruido desde un colectivo donde los acuerdos al final los toman dos o tres listillos que suelen estar hechos de la misma pasta que el resto del Poder oficial...
El caso es que, siendo la libertad política el producto que más se vende en las democracias, la mayoría debe conformarse con la libertad interior. Y para ese viaje de la libertad interior que podemos tener hasta en la cárcel, no hacían falta las alforjas de este aparatoso y costoso, humanísticamente hablando, tinglado que sirve para entregar nuestra libertad real a unos administradores únicos que son los medios -los más libres para sí y para sus causas- y el terrible poder financiero.
Lo único que hace grandes a las sociedades y quienes las gobiernan, es que todos los individuos dispongan de lo indispensable para vivir con dignidad sin depender de la voluntad de otro. A partir de ahí, estaríamos dispuestos a tolerar el libre mercado y el lema. A partir de ahí ¡adelante la libre concurrencia!
Si no es así, el individuo que no forma parte estrecha de alguno de los poderes institucionales o de los poderes fácticos, ni tiene libertad, ni tiene independencia, ni tiene dignidad aunque por necedad o porque no tiene más remedio se engañe a sí mismo y lo considere así. Y para darse cuenta, sólo tiene que esperar cada puerco que le llegue su sanmartín...
Repito lo dicho en la introducción, no sea que se nos olvide por efecto del martillo pilón con que nos modelan el seso y nos tallan la conciencia: sólo la planificación económica del tanto disponemos y tanta población tenemos, hace verdaderamente libres a los seres humanos de cualquier condición, inteligencia y raza. Lo demás es permitir que la sociedad humana se rija por el rasgo más primitivo existente en el Reino animal: la depredación que le está, además, conduciendo al esperpento de que se está devorando a sí mismo.
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